La Copa Gobierno de Canarias se queda en Gran Canaria. El Rocasa, una vez más, revalida el título que lo corona como el mejor equipo de balonmano femenino de las islas. De nuevo, ante Cicar Lanzarote Ciudad de Arrecife, un meritorio aspirante al título que, pese a la diferencia notoria de categoría, no puso las cosas fáciles al conjunto teldense y jamás le perdió la cara al partido.
Tras el 2-2, único y anecdótico empate que reflejó todo el partido, las de Carlos Herrera comenzaron a distanciarse en el marcador. Con ventajas que se movieron entre los dos y cuatro goles, discurrió un primer tiempo en el que destacaron, en el bando local, sus dos extremos, Linnea Sundholm y Suhana Bayonas, así como Lulu Guerra que, con sus paradas, permitió a su equipo transitar por el partido con relativa comodidad.
El técnico local aprovechó la superioridad de su equipo para rotar y repartir minutos entre las integrantes menos habituales de su plantilla, incluidas jugadoras del filial que se encuentran en la órbita del primer equipo. Una circunstancia que permitió equilibrar la balanza y que las visitantes no desaprovecharon, alcanzando el descanso con un más que honroso 15-13 en el electrónico.
El Rocasa Gran Canaria regresó de vestuarios dispuesto a resolver el partido por la vía rápida y pronto alcanzó su máxima renta del partido hasta ese momento, de seis goles (21-15). Aunque el partido ya parecía decantado para las locales, el Cicar Lanzarote no se rindió y volvió a reducir la diferencia a tres goles (22-19), devolviendo cierta emoción al choque.
El partido ya enfilaba su último cuarto cuando llegó la mala noticia de la tarde para Rocasa Gran Canaria. En un lance del juego, Linnea Sundholm cayó lesionada. La jugadora sueca no regresó más a la cancha. Su lugar lo ocupó la canterana Alison Peña, muy atrevida durante los minutos que estuvo sobre el parqué. Yanire Torres hizo lo propio en el costado opuesto para brindar frescura y juventud al juego por los flancos.
En el tramo final del choque, el ritmo decayó bastante enteros. El Rocasa Gran Canaria bajó revoluciones al partido e intentó conservar las distancias. Su rival, tras un gran esfuerzo durante todo el partido, acusó el cansancio y le costó seguir la estela de un conjunto teldense que, poco a poco, fue alejándose en el marcador hasta el 31-23 final.
Tras esta victoria, que permite añadir un nuevo título a las vitrinas del club, el Rocasa Gran Canaria dispondrá de una semana y media de descanso, ya que el próximo partido de Liga Guerreras Iberdrola, ante Balonmano Zuazo, se jugará el 2 de noviembre en el Polideportivo Lasesarre a partir de las 18:30 (hora canaria).