El Rocasa Gran Canaria sufrió este miércoles una nueva y dolorosa derrota en su segundo compromiso liguero (41-24). Esta vez, las teldenses cayeron a manos de un Caja Rural Aula Valladolid que se mostró mucho más sólido y que no bajó el ritmo competitivo en todo el partido.
Hoy, todo lo que podía salir mal, salió mal. El Rocasa no le encontró en ningún momento el pulso al encuentro y, en cambio, el Caja Rural Valladolid salió con el cuchillo entre los dientes a por su rival. El partido solo registró igualdad en los primeros compases, con un intercambio de golpes en ambas porterías que respondía a un comienzo trepidante.
Las de Miguel Ángel Dueñas empezaron a marcar distancias en el marcador desde muy temprano a pesar de las paradas de Silvia Navarro, que intentaba mantener a su equipo en el partido. La valenciana, con sus intervenciones, evitó un mal mayor para su equipo. Pero no era suficiente. Un gol de Martina Romero, en una contra, ponía el 8-4 en el marcador a los once minutos de partido.
Iñaki Ániz se vio forzado a pedir tiempo muerto. Las instrucciones parecieron surtir efecto en su equipo, que acortó distancias con un parcial de 0-2 comandado por Larissa Silva. El equipo incluso tuvo ocasión para ponerse a un gol de distancia, pero su fallo en el lanzamiento lo aprovechó el Aula Valladolid para anotar el 9-6 en la siguiente jugada. Las pucelanas ponían la directa y, en apenas unos minutos, aumentaban hasta los cinco goles (11-6).
Un desagradable presagio de lo que estaba por llegar. Las locales, a lo suyo, con el rodillo puesto. La distancia aumentaba de forma progresiva y el Rocasa seguía sin encontrar el ritmo al choque: ni encontrar huecos en la muralla pucelana ni conseguir detener la arrolladora ofensiva rival. Al descanso, ventaja de ocho goles para Aula Valladolid, que prácticamente sentenciaba el encuentro (20-12).
La segunda mitad tuvo poca historia. Aunque pareció salir fuerte el equipo teldense, la resistencia duró apenas unos minutos. El Caja Rural Aula Valladolid repitió el guión del primer tiempo que tan bien le había salido y el Rocasa Gran Canaria siguió tan espeso como en los primeros treinta minutos.
Así, las distancias siguieron ampliándose cada poco. Aunque el conjunto grancanario lo intentó de todas las formas que pudo y jamás se rindió, hoy no era el día. El Valladolid casi calcó el guarismo de la primera mitad, con un nuevo parcial de 21-12, para sentenciar el encuentro con el 41-24 definitivo que registró el marcador electrónico del Pabellón Huertas del Rey.
