Las Guerreras de Telde dan carpetazo a 365 días en los que han luchado por todo, cambiando su rumbo en verano con el objetivo de abrir un nuevo ciclo con Robert Cuesta a la cabeza que recogía el testigo de Carlos Herrera, convirtiéndose en el primer técnico no canario en la historia de la entidad teldense
Impulso hacia delante. El Rocasa Gran Canaria ha vivido un año 2021 en el que ha habido algunos cambios en busca de abrir un nuevo ciclo ganador. Las amarillas lucharon con todo para intentar conquistar todos los títulos a los que optaban la temporada pasada e iniciaron el curso 2021/2022 con la misma intención. No obstante, por el camino entre temporadas se llevó a cabo unas modificaciones con el objetivo de no dejar de avanzar en la pelea por ganar todas las competiciones.
De Carlos Herrera a Robert Cuesta
El principal cambio en el club teldense se produjo en el banquillo. Carlos Herrera dio paso a un Robert Cuesta que aterrizó en la isla dispuesto a asumir el reto de continuar con el legado del técnico que conquistó la primera y única Liga Guerreras Iberdrola en la historia del Rocasa. No es una meta cualquiera, pero el entrenador catalán ha asumido responsabilidades con naturalidad y sus primeros meses al frente de la nave insular han dejado un gran sabor de boca y promete muchísimo.
Lo cierto es que el Rocasa no tuvo regularidad en la Liga Guerreras Iberdrola como para pelearle el título al Super Amara Bera Bera el curso pasado, terminando la competición en una meritoria tercera posición. Por otro lado, en la Copa de la Reina que jugaron como anfitrionas en el Pabellón Rita Hernández de Telde, cayeron en los cuartos de final ante Aula Alimentos de Valladolid en un mal día.
Mientras tanto, en la EHF European Cup, el conjunto canario vio comprometida su participación debido a la necesidad de guardar cuarentena por la COVID-19. De ese modo, se jugaron su clasificación para semifinales a una sola carta jugando un único partido en Turquía ante el Yalikavaksports, perdiendo por un ajustado 28-25.
La directiva del Rocasa Gran Canaria adoptaba la complicada decisión de apostar por un cambio en el banquillo, buscando un sustituto que pudiese dedicarse al 100% en sesiones de mañana y tarde al equipo, optando por el fichaje de Robert Cuesta como recambio en el banquillo. El nuevo técnico, que había sido elegido en 2 de las últimas tres campañas como mejor entrenador de la Liga Guerreras Iberdrola, recalaba en el Antonio Moreno directamente del BM Granollers.
Este cambio ha sentado bien a la plantilla, que ha demostrado en estos meses un buen estado de forma tanto a nivel físico como deportivo, sabiendo que todavía queda mucha temporada y aspectos a mejorar. Aun así, las isleñas tienen buenas sensaciones para pelear por los tres títulos en juego que afrontarán desde enero.
Un par de retoques para subir el potencial de la plantilla
Al final de la campaña 2020/2021, el Rocasa sufrió un par de bajas bastante significativas como las de Haridian Rodríguez, Paula Valdivia e Iara Grosso. Además, dos históricas como Tiddara Trojaola y Lisandra Lussón decidían poner punto y final a sus brillantes carreras, por lo que el reto de reconstruir el equipo no fue nada fácil. Había que buscar recambios para jugadoras vitales e históricas, por lo que se hizo un esfuerzo durante el verano para mantener la ambición del club.
En esos meses llegaron a Telde jugadoras jóvenes como Sofía Arangio, Esther de Miguel o Vasiliki Gkatziou para intentar aportar algo de aire fresco. Asimismo, también llegó a la disciplina amarilla una Katarina Pavlovic que ya es toda una referencia del juego insular. La cubana Amanda Toledo completó un capítulo de altas con las que el Rocasa espera empezar ese nuevo ciclo ganador que busca.
Por ahora, la adaptación de todas ha sido buena, algo a lo que se ha sumado el paso al frente de otras jugadoras que ya estaban en la plantilla el año pasado como Alba Spugnini o Arinegua Pérez. Asimismo, las sempiternas María González, Silvia Navarro, Sayna Mbengue o Melania Falcón continúan a gran nivel, por lo que Cuesta tiene un plantel listo y preparado para afrontar lo que queda de curso 21/22.
Con opciones en todas las competiciones
En el comienzo de esta nueva temporada el Rocasa ha hecho los deberes de forma contundente. Por un lado, es cierto que se ha dejado algunos puntos importantes en la Liga Guerreras Iberdrola, pero está firme en su pelea con Bera Bera por el título liguero. Ahora mismo, entre vascas y grancanarias hay 3 puntos de diferencia, por lo que todo puede pasar de aquí al final de la campaña, con permiso de un Gijón que viene jugando a un gran nivel durante la primera parte del curso.
En la EHF European Cup, las teldenses se verán las caras con el Izmir BSB SK en el Last 16 de la competición. Las turcas son un rival duro y serán la primera prueba para las isleñas en 2022. La idea se celebrará el 8 ó 9 de enero en Turquía y la vuelta el 15 ó 16 de enero en Telde. Esta eliminatoria es muy importante para las aspiraciones de las amarillas en este curso, ya que Europa siempre es especial.
Por otro lado, para la Copa de la Reina todavía tienen que jugarse las fases previas para saber si están en la fase final. Aun así, el Rocasa tiene potencial para estar presentes en el Torneo del K.O y es un objetivo mínimo para las de Robert Cuesta.
¿Un deseo para 2022?
Una de las cosas que tiene clara el Rocasa Gran Canaria es, sin duda, que para este nuevo año el deseo es sumar un nuevo título. Esta opción está sobre la mesa gracias al buen tono del equipo durante estos primeros meses. Sin embargo, no es nada sencillo y van a tener que pelear mucho. A pesar de ello, si por algo se ha caracterizado el club de Las Remudas en la última década es por cumplir sueños.