Lisandra ha querido dirigir unas emotivas palabra a su afición, a sus compañeras, al cuerpo técnico y a la directiva en el día de su adiós al deporte profesional, sabiendo que seguirá siendo para siempre una Guerrera de Telde
“Estas cuatro temporada que he pasado en el Rocasa Gran Canaria han sido muy importantes y muy bonitas para mí”.
“Desde el primer día que llegué a la Isla he tenido la oportunidad de conocer a personas excepcionales, que siempre me han ayudado en todo momento y me han hecho la vida y mi profesión mucho más fácil de lo que podía haberme imaginado”.
“En este tiempo he hecho grandes amistades y he conocido a grandes personas tanto dentro como fuera del balonmano y es algo a lo que en mi vida le doy una gran importancia”.
“Llegué a la Isla con ciertos miedos porque no sabía muy bien que era lo que me iba a encontrar, ya que era mi primera experiencia profesional lejos de mi Cuba natal y gracias a mis compañeras y a los miembros del staff técnico y directivo del club, que siempre han estado apoyándome en mi día a día, pude avanzar y crecer como jugadora y como persona”.
“He tenido la oportunidad de conseguir ganar títulos, que es algo que a todo deportista le gusta y en mi caso, el haber podido hacerlo con el Rocasa Gran Canaria creo que me ha ayudado a crecer también como persona y a mejorar como jugadora, porque me ha permitido ponerme metas a mí misma, cumpliendo muchas de ellas gracias a ese trabajo diario, siguiendo las consignas marcadas por mis entrenadores – Carlos Herrera y Roberto Santana – y por el presidente, Antonio Moreno, al que también tuve la gran fortuna de tener como entrenador en mi paso por el equipo”.
“Tener la oportunidad de jugar y competir junto a jugadoras de la talla de María González, María Luján, Almudena, Mela, Tiddara, Silvia Navarro, con quien además he tenido el privilegio de poder compartir habitación con ella, con Paula, con Yacaira, …, son jugadoras con las que he forjado lazos indisolubles para siempre, con las que he vivido buenos y malos momentos que no voy a olvidar nunca jamás”.
“Conservo como un tesoro todas las fotos que tengo con ellas, todos los vídeos que sirven de testigo de todas las cosas locas que hemos hecho durante estos años inolvidables”.
“Ganar títulos es importante, porque es algo que queda como una impronta en la historia del club y de la competición, pero lo más lindo que me llevo son todas las compañeras con las que he compartido vestuario durante estas cinco temporadas, con los entrenadores, con las amistades que he forjado durante este tiempo, con la gente del deporte a la que he tenido la fortuna de conocer, con las madres de los cadetes y juveniles que siempre nos daban su apoyo incondicional independientemente del resultado que obtuviésemos en cada partido y eso es lo importante y lo que me llevo”.
“Vengo de un país que es muy distinto, en el que el balonmano no tiene la misma importancia que aquí y tienen predilección por otros deportes y aquí me encontré con un panorama totalmente diferente, con una afición fiel a nuestro deporte y eso fue algo muy reconfortante para mí desde el primer momento”.
“Las circunstancias que nos han tocado vivir por la crisis sanitaria del COVID-19 hacen que no pueda terminar la temporada como a mí me hubiera gustado, pero tomo esta decisión porque considero que es la más adecuada para mi salud, porque como muchas jugadoras de balonmano tengo mis problemas de rodilla y en los tobillos, aunque seguiré haciendo ejercicio porque es algo que mi cuerpo necesita, aunque ya no lo haré profesionalmente”.
“A pesar de todo me voy con muy buenas sensaciones, aunque van a ser ya 7 semanas las que llevo sin poder ver a mis compañeras y es cierto que toda carrera profesional llega a su fin y el mío llegó de esta manera. Es algo que decidí hace ya dos años y dede entonces comencé a prepararme mentalmente para dejar el deporte de alta competición, de manera pausada y tranquila, conversando con las personas que mejor me conocen y pensando en mi decisión, ya que no quería hacerlo de una manera brusca para evitar un posterior arrepentimiento”.
“Me voy muy contenta y sabiendo que tengo una familia para siempre en el club Rocasa Gran Canaria y en las Remudas, de personas que siempre me han apoyado y lo seguirán haciendo de manera incondicional”.